El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado una actualización de sus planes para garantizar la inclusión financiera con el euro digital propuesto, en medio de crecientes preocupaciones sobre la disminución del uso de efectivo.
En una reunión de ministros de finanzas de la Unión Europea (UE), el BCE presentó sus argumentos, señalando que una moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) promoverá la inclusión financiera en toda la región. Desde el anuncio de un euro digital, ha habido preocupaciones de que el uso de efectivo pueda experimentar una fuerte disminución, lo cual afectaría a los residentes menos familiarizados con la tecnología.
Mientras el resto del mundo se enfrenta al desafío de la inclusión financiera, la UE se enfrenta a un desafío único: la «exclusión digital». Consciente de estas preocupaciones, la reciente publicación del BCE amplía su enfoque hacia la inclusión financiera digital, convirtiéndola en un principio clave para la CBDC propuesta.
«Un euro digital estará diseñado para incorporar a personas sin acceso a una cuenta bancaria y con bajas habilidades digitales o financieras, así como a personas con discapacidad», afirmó el BCE.
El banco central planea lograr esto a través de varias iniciativas, que incluyen la provisión de tarjetas de pago digitales físicas en euros, apoyo presencial y el uso continuado de efectivo. Para disipar los temores, el BCE asegura que el euro digital está diseñado para complementar el efectivo y otros métodos de pago existentes.
La disponibilidad de pagos en línea y fuera de línea ayudará en el objetivo de lograr la inclusión digital, mientras que los prototipos de la infraestructura subyacente protegerán la privacidad de los usuarios, según el BCE. La integración con las aplicaciones de banca móvil existentes y los intermediarios supervisados está preparada para garantizar una fácil incorporación para los residentes de la UE.
«El BCE no tiene interés en ver o almacenar la información privada de los usuarios», se lee en el informe. «El euro digital nunca será dinero programable. No limitará a quién, cuándo y por qué la gente podría hacer pagos».
La investigación para un euro digital comenzó en 2021, sometiéndose a varios pilotos y consultas públicas. En marzo, Fabio Panetta, ejecutivo del BCE, reveló que el euro digital podría ver un despliegue a gran escala en un plazo de cuatro años.
Mientras que la UE avanza hacia el lanzamiento de la CBDC, los desarrollos en Estados Unidos se han enfrentado a una feroz oposición. Varios legisladores estadounidenses se han opuesto al lanzamiento de una CBDC, alegando que son herramientas de vigilancia gubernamental.
A principios de junio, la Asociación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito con Seguro Federal (NAFCU, por sus siglas en inglés) expresó su preocupación por la falta de reglas claras que regulen el desarrollo de un dólar digital. Una nueva investigación del Instituto Cato revela que solo el 16% de los estadounidenses apoya el lanzamiento de un «dólar digital», mientras que el resto mira esta propuesta con escepticismo.
La adopción de una CBDC podría facilitar el acceso a servicios financieros para aquellos que actualmente se encuentran excluidos o tienen limitado acceso a ellos. Sin embargo, el camino hacia la implementación plena de un euro digital todavía enfrenta desafíos y requerirá una cuidadosa consideración y planificación por parte de las autoridades europeas.
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