FTX intenta recuperar 700 millones de dólares gastados supuestamente después de una fiesta

La reconocida plataforma de intercambio de criptomonedas, FTX, se encuentra inmersa en un esfuerzo por recuperar una suma de dinero considerable, que se estima en 700 millones de dólares. Según las alegaciones presentadas por el nuevo equipo directivo de la empresa en bancarrota, se han presentado solicitudes de recuperación contra antiguos socios comerciales y receptores de donaciones con el objetivo de maximizar la recuperación de activos e incluso considerar la posibilidad de reiniciar FTX.

La demanda también ha sido dirigida hacia ex ejecutivos, incluyendo al propio Sam Bankman-Fried (SBF), aunque las cantidades que podrían ser devueltas por parte de los ejecutivos son significativamente inferiores en comparación con las sumas solicitadas a otras plataformas, como Genesis.

El equipo legal de FTX presentó recientemente una demanda contra varios fondos de cobertura, entre ellos SGN Albany Capital, K5 Global y Mount Olympus Capital. Además de los fondos, la demanda menciona a las entidades afiliadas a estos, así como a los ejecutivos Bryan Baum y Michael Kives, pertenecientes a K5 Global.

Según la demanda presentada, Sam Bankman-Fried asistió a uno de los numerosos eventos de networking organizados por este par de ejecutivos destacados. Después de este evento, se afirma que SBF invirtió aproximadamente 700 millones, en los fondos gestionados por los acusados.

A primera vista, esta cifra puede parecer insignificante considerando las sumas de dinero que FTX Group solía invertir regularmente en diversas empresas, por lo que supuestamente carecía de un significado real. Sin embargo, la demanda también incluye cargos de enriquecimiento injusto contra los fondos de cobertura mencionados, mientras que Kives y Baum enfrentan acusaciones de ayudar e instigar el incumplimiento del deber fiduciario, en lo que se ha descrito como «uno de los mayores fraudes financieros de la historia».

El caso judicial también menciona una nota interna de FTX que circuló poco después de la reunión, en la cual SBF se mostraba «entusiasmado» con los contactos disponibles a través de esta pareja de ejecutivos. SBF parecía estar ansioso por «trabajar con ellos en la política demócrata» y «tal vez invertir en ellos o en algunas cosas, no lo sé».

Esta relación continuó durante un tiempo, con enormes sumas de dinero facturadas e invertidas entre las empresas, muchas de las cuales parecían estar infladas o distorsionadas, incluso para los estándares contables conocidos por su falta de rigurosidad en FTX.

Además, una vez que se hizo evidente que FTX estaba al borde del colapso, «Kives y Baum trabajaron en secreto con Bankman-Fried en una estrategia para encontrar a alguien que rescatara al Grupo FTX (y para proteger su gallina de los huevos de oro)».

De acuerdo con el documento presentado, la pareja se acercó a su extensa red de contactos para buscar posibles rescatadores para FTX y su conglomerado de empresas. Supuestamente, un inversionista no identificado, estaba dispuesto a inyectar más de 9.000 millones en la empresa. No obstante, el acuerdo no prosperó, cuando el inversor anónimo examinó detenidamente el estado financiero del «imperio» criptográfico.

En caso de que la demanda sea exitosa, FTX podría recuperar hasta 700 millones. Sin embargo, la cantidad real invertida en las redes de Kives y Baum es mucho mayor, lo que sugiere que el impacto económico de estas acciones ilegales podría ser aún más significativo.

El futuro de FTX y sus esfuerzos por recuperarse de esta situación incierta dependen ahora del resultado de las demandas presentadas y de su capacidad para recuperar los activos perdidos. Mientras tanto, la comunidad criptográfica sigue de cerca el desenlace de este caso que ha sacudido al mundo de las criptomonedas.